
La Chispa de la Revolución Francesa se Encendió en IslandiA
En 1783, la erupción del volcán Laki condujo a una de las mayores catástrofes medioambientales en la historia europea.
Esta duró 8 meses, acabó con aproximadamente con un 25 % de la población islandesa y produjo una nube (la «bruma de Laki») que produjo una hambruna de tres años en todo el mundo, matando aproximadamente a 6 millones de personas en lo que se conoció como «Las Penurias en la Niebla» la nube de ceniza volcánica que cubrió partes de Europa, Asia y África.
Se lo considera uno de los acontecimientos climáticos más importantes y con mayores repercusiones sociales del último milenio y que sirvió como detonante a la Revolución Francesa que estalló el 5 de Mayo de 1789 ante el agravamiento de un colapso social pre existente por una monarquía que no encontró respuestas al impacto social y agrario producido por el efecto del volcán Laki que llegó silenciosamente pues para esa época estos eventos no estaban contemplados. En 1783, la erupción del volcán Laki condujo a una de las mayores catástrofes medioambientales en la historia europea.
En su libro “Desastres: cómo las grandes catástrofes moldean nuestra historia” (Capitán Swing), la sismóloga Lucy Jones nos describe lo acontecido.
El volcán Laki se encuentra en el sur de Islandia y estalló cuando la isla apenas tenía 50.000 habitantes. El estallido del Laki duró ocho meses y depositó una capa de lava de quince metros de altura en un área de más de mil quinientos kilómetros cuadrados, procedente de 10 fisuras diferentes.
Los flujos de lava cesaron a principios de 1784 tras devastar la región más fértil de Islandia. Los gases venenosos continuaron causando estragos durante años. Se calcula que murieron 10.000 islandeses a causa de la hambruna y los millones de toneladas de emisiones de fluoruro de hidrogeno y dióxido de azufre, que alcanzaron las capas más altas de la atmósfera y convirtieron la erupción en una catástrofe sin precedentes.
Una niebla espesa cubrió Europa, provocando problemas respiratorios en tantas personas que no había suficientes campesinos para recoger las cosechas. En la estratosfera, las partículas de azufre descompusieron la luz solar, enviándola de vuelta al espacio y enfriando temporalmente la Tierra (en 1991, la erupción del monte Pinatubo hizo bajar la temperatura 0,9 grados centígrados durante tres años).
Las temperaturas en Europa durante el invierno siguiente fueron muy bajas. La ola de frío habría acabado con la vida de millones de personas. En Francia, según recoge Lucy Jones, se desató una crisis política cuando la reina María Antonieta supuestamente dijo que la nieve que había cubierto las calles era “fabulosa para sus paseos en trineo”.
Las protestas de la población habrían obligado a Luis XVI a realizar grandes donaciones a las víctimas de las inundaciones durante el deshielo. La hambruna provocó un gran malestar social, un cóctel imposible de digerir. Luis XVI fue guillotinado en enero de 1793 y a María Antonieta lo ocurrió lo mismo unos meses después.
La erupción del Laki no solo afectó Europa. Se calcula que Egipto, que sufrió la falta de crecidas del Nilo a causa de la escasez de lluvias monzónicas, perdió a la sexta parte de su población. En la India y Japón, que a su vez fueron azotadas por el fenómeno meteorológico de El Niño, vieron morir a cerca de once millones y un millón de personas, respectivamente, a causa del hambre, sus efectos causaron millones de muertos.
Un Antecedente También Revolucionario
Lo sucedido en Islandia y que afectó a Europa en 1783 no era la primera vez que sucedía.
En el 536 dC el sol brillo solo 4 o 5 horas por dia durante 20 años con la intensidad de la luna en Europa y Asia dejando la tierra en una especie de penumbra de eclipse permanente.
En algunos manuscritos de la época, se decía que la luz del Sol era muy similar en intensidad a la de la Luna.
Básicamente, la luz solar era incapaz de penetrar en la superficie, quedando perpetuamente cubierta por una especie de capa en la atmósfera. Esto también provocó un descenso de la temperatura media global, con consecuencias dramáticas para la población mundial, como consecuencia de las malas cosechas que provocaron graves hambrunas.
20 Años de Oscuridad en 536 dC Quedan a la Luz.
En la conferencia de la Unión Geofísica Americana, Dallas Abbott y su colega John Barron presentaron una interesante interpretación del fenómeno, para el que hasta ahora no existían hipótesis sólidas. Su análisis parte de un núcleo de hielo extraído en Groenlandia que ha conservado claras evidencias de erupciones volcánicas submarinas que vertieron sedimentos y microorganismos a la atmósfera, principales causantes de la reducción de la luz solar.
Estos microorganismos y sedimentos hallados en núcleos de hielo en Groenlandia fueron arrojados a la atmósfera por erupciones volcánicas submarinas ocurridas cerca del ecuador.
Esas erupciones vaporizaron grandes cantidades de agua marina. Con el vapor se elevaron sedimentos cargados de calcio y criaturas marinas microscópicas.
En los anillos de los árboles también marcas anomalias entre el 536 y el 555 dC.
Fuente:

Lucy Jones autora del Libro “Desastres: cómo las grandes catástrofes moldean nuestra historia” (Capitán Swing)
Sismóloga y reconocida autoridad en temas de ciencia y seguridad sobre terremotos en California. Ha trabajado con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y ha sido investigadora asociada en el Laboratorio de Sismología de Caltech desde 1983. Actualmente trabaja como asesora científica para la reducción de riesgos en el área de Peligros Naturales del USGS. En 2014, se asoció en nombre del USGS con la ciudad de Los Ángeles para servir como asesora de riesgo sísmico del alcalde Eric Garcetti. Trabajó como comisionada de la Comisión de Seguridad Sísmica de California (CSSC), que asesora al gobernador sobre seguridad sísmica y pertenece al Consejo de Evaluación de Predicciones de Terremotos de California. Ha recibido muchos premios, como el Premio Alquist de la Fundación de Seguridad de Terremotos de California, el Premio Shoemaker del USGS, el Premio al Mérito 2007 de la Comisión de Preparación para Emergencias del Condado de Los Ángeles, el Premio Ambassador 2015 de la Unión Geofísica Americana o el Premio a la Conferencia Distinguida 2017 del Instituto de Investigación de Ingeniería de Terremotos. Es autora de más de cien artículos sobre investigación sismológica. Jones es la fundadora del Centro de Ciencia y Sociedad Dr. Lucy Jones, con la misión de fomentar la comprensión y la aplicación de la información científica en la creación de comunidades más resilientes.

Como si una Espada “Ulfberht” Hubiese Abierto una Herida en la Tierra de Islandia Haciendo Brotar un Magma de Sangre
El volcán de Grindavík entra en erupción el 29 de diciembre de 2023 tras semanas de intensa actividad sísmica. La erupción fue precedida por un enjambre de terremotos, 4.000 personas fueron evacuadas de la ciudad pesquera de Grindavík.
La herida en la tierra ha alcanzado una longitud total de 15 kilómetros llegando a romper la tierra de la ciudad e incluso amenazando el famoso ‘Blue Lagoon’, un spa geotermal abierto y destino turístico reconocido.
El magma es muy diferente a anteriores erupciones, los investigadores han establecido que la velocidad del flujo no es solo rápido, sino ultrarrápido estimando que el flujo de magma es de 7.400 metros cúbicos por segundo, para hacernos una idea de los que es en distancia y volumen, sería como tres piscinas olímpicas que avanzan a cada segundo.
Desde 2021 ha habido tres grandes erupciones en la península de Reykjanes, donde está situado Grindavik. A nivel comparativo, en esas ocasiones el flujo del magma era 30 veces más lento.
Islandia marca el límite entre la Placa Euroasiática y la Placa Norteamericana, ya que ha sido creada por la intensa actividad del vulcanismo en la zona y a lo largo de la dorsal mesoatlántica. Todo esto se traduce en una alta actividad geológica, que da lugar a más de 200 volcanes, destacando el Hekla, Eldgjá, Herðubreið y el Eldfell, así como sismos y géiseres.
Islandia, de hecho, se encuentra encima de una marra dónde, actualmente, las placas tectónicas euroasiática y norteamericana se están separando varios centímetros cada año, cosa que justifica la gran actividad volcánica de la isla.
A causa de su localización en la dorsal mesoatlántica, es un país con gran actividad volcánica y geológica, factor que afecta en gran medida al paisaje del territorio islandés.
El interior del país consiste en una meseta caracterizada por desiertos, montañas, glaciares y ríos glaciales que fluyen hacia el mar a través de las tierras bajas.
En promedio, cada cinco años suele sufrir una erupción volcánica. Muchas de estas erupciones han tenido efectos importantes dentro del país y alrededor del mundo, como por ejemplo la de Laki entre 1783 y 1784, que provocó una hambruna que le causó la muerte a un cuarto de la población local, la capital es Reikiavik. Cuenta con una población de cerca de 366.425 habitantes y un área de 103.000 km².