Ingresamos en el equinoccio con la inercia de un solsticio que batió récords y pronósticos.
En un mundo más cálido, simplemente hay más humedad en el aire en forma de vapor de agua. A medida que aumentan las temperaturas de la superficie, se evapora más agua líquida de la tierra y el océano.
La evaporación añade humedad al aire, y la cantidad de vapor de agua que puede contener depende de su temperatura. Cuanto más cálido está, más vapor de agua puede albergar.
El aumento de humedad en el aire provoca lluvias más intensas, especialmente durante eventos extremos.
Tiempos Tormentosos
Esto se reflejó en la intensa lluvia del 7 de marzo en Bahía Blanca, donde se estableció un récord de precipitaciones diarias que superó la marca anterior de 175 milímetros de 1930.
Un frente frío que se desplazaba por la región desencadenó el tiempo severo, lo que ocasionó que el aire cálido y húmedo de una ola de calor amazónica se enfriara y condensara.
En solo 12 horas cayeron 290 milímetros de lluvia, afectando principalmente la zona urbana.
Este fenómeno atmosférico se originó, en principio, al oeste del Pasaje de Drake, que separa América del Sur de la Antártida, avanzando desde esta región remota hacia el extremo sudeste de la provincia de Buenos Aires.
En la Antártida y a principios de marzo el vórtice polar estratosférico ya se había puesto en movimiento.
Este tipo de enfrentamientos entre frentes fríos y cálidos es de larga data. El 27 de abril de 2024, en el estado de Rio Grande do Sul, Brasil, hubo precipitaciones que alcanzaron, en algunos municipios, los 800 milímetros, colapsando todo el sistema.
Esta tormenta fue producto de otra batalla entre frentes fríos y cálidos.
En esta oportunidad, el frente frío ingresó desde el Pacífico y escaló por el desierto de Atacama, recorriendo 1.600 km con vientos de hasta 200 km/h para finalizar su trayecto en el Océano Atlántico.
A lo largo de 2024, nuestros océanos siguieron calentándose, el nivel del mar continuó en aumento y la acidificación se intensificó. Las partes congeladas de la superficie terrestre, conocidas como la criosfera, se están derritiendo a un ritmo alarmante: los glaciares continúan retrocediendo y el hielo marino de la Antártida alcanzó la segunda extensión más baja jamás registrada.
En 2024, se registraron al menos 151 eventos climáticos extremos “sin precedentes”.
Las inundaciones en Valencia, España, dejaron 224 muertos, mientras que los incendios forestales en Canadá y Estados Unidos forzaron la evacuación de más de 300.000 personas.
En el hemisferio norte, el vórtice polar estratosférico está muy monitoreado debido a su peligrosidad. En 2025, llegó hasta el Golfo de México sin reparos.
Mal Clima
América del Sur es una de las regiones más afectadas por las olas de calor: el 84% de la población experimentó 30 días de altas temperaturas.
Argentina fue el país sudamericano con mayores anomalías de temperatura.
En los últimos tres meses, Argentina vivió el mayor aumento de temperatura de la región. La ciudad más afectada fue la capital de Córdoba, con un aumento inusual de 1,2°C y 22 días de riesgo por calor.
Buenos Aires fue la segunda ciudad con mayor aumento de temperatura (0,7°C más), registrando una sensación térmica récord el 6 de marzo de 47°C con una temperatura máxima de 35,8°C. Le siguió Rosario (0,6°C más).
Las dos primeras ciudades argentinas figuran en el top 10 de las más afectadas por el aumento de temperatura en toda América del Sur.
Durante los últimos tres meses, se constató un aumento de casi 1°C en comparación con el promedio de 30 años (1991-2020). Esto ocurre en un contexto alarmante: el año pasado fue declarado el más caluroso registrado en 175 años, según la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés).
Pronóstico Severo
Los últimos diez años fueron los más cálidos de la historia de la Tierra, y 2024 marcó un récord.
Los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzaron su punto más alto en 800.000 años.
Entre 2015 y 2024, el nivel del mar aumentó una media de 4,7 milímetros al año, en comparación con los 2,1 mm de 1993 a 2002.
Desde 1880, el nivel del mar global ha aumentado 20 centímetros, y para 2100 se proyecta un aumento de entre 30 y 122 centímetros más.
El calor se expresa en el océano de manera similar a como lo vivimos en la superficie; no solo preocupan las temperaturas medias, sino también las olas de calor submarinas, que contribuyen al aceleramiento de la pérdida de hielo en los polos.
Observaciones del Servicio Mundial de Monitoreo de Glaciares indican que entre 2023 y 2024 hubo otra extrema pérdida de hielo a nivel mundial.
El Niño
Tal vez y con el paso del tiempo el fenómeno meteorológico que llamamos el Niño a crecido.
El paso de la niñez a la adolescencia en los varones, conocido como pubertad, implica una serie de cambios físicos, emocionales y sociales que marcan la transición hacia la adultez que naturalmente traen importantes cambios físicos como un aumento significativo en la estatura y la masa muscular.
Este crecimiento puede ser rápido y notorio en poco tiempo.
Todo esto trae aparejados cambios emocionales y sociales.
Comienzan a cuestionarse sobre quiénes son y cuál es su lugar en el mundo, lo que puede llevar a una exploración de diferentes roles y comportamientos.
Pueden experimentar cambios de humor frecuentes y una mayor sensibilidad emocional.
Este Niño que al momento nos ocupa no muestra sus intenciones y tiene tanto a los pronosticadores como a los nuevos modelos de inteligencia artificial de alta resolución en una tensa espera pues no pueden predecir las condiciones atmosféricas de este infante que tal vez ya tiene “bigote”.

Se Estrena una Nueva Temporada de Grandes Huracanes
Entre el 1 de junio y el 30 de noviembre, las miradas estarán puestas en los trópicos, ya que arranca la nueva temporada de huracanes.
Si bien la frecuencia de los huracanes que tocan tierra no ha aumentado desde 1900, sí hay una mayor proporción de huracanes que alcanzan las categorías 4 y 5. Además, los huracanes ahora se intensifican más rápidamente al tocar tierra.
El huracán Otis sorprendió a la ciudad mexicana de Acapulco cuando tocó tierra en octubre de 2023. En 2024, el huracán Helene impactó en los Estados Unidos.
Para fortalecerse, los huracanes necesitan ciertos ingredientes: en un mundo más cálido, hay más humedad en el aire en forma de vapor de agua. A medida que aumentan las temperaturas de la superficie, se evapora más agua de la tierra y el océano.
Desde la década de 1980, en promedio, ha habido más tormentas, huracanes más fuertes y un aumento en la cantidad de huracanes que se intensifican rápidamente.
A partir de junio, una nueva generación de huracanes se prepara para salir a escena.
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